La buena atención al cliente implica aprecio verdadero

Para poder conectarte e influir positivamente en los clientes debes sentir aprecio verdadero hacia ellos como personas.

Es indispensable que los consideres como la fuente original de tu puesto de trabajo, la razón de ser de tus funciones laborales y la base desde donde surgen las mejores oportunidades para tu crecimiento profesional.

Recuerda que los clientes saben diferenciar muy bien si los atiendes porque te importan como personas, o si finges que te importan.

Si aparentas buena atención, ellos sentirán que no tienes honestidad, ni con ellos ni contigo, por lo tanto no confiarán en ti.

Los clientes saben que cuando son apreciados con autenticidad reciben ayuda de verdad, y no los tratan para salir de ellos rápidamente.

Los clientes saben que tu aprecio verdadero se traduce en una buena disposición actitudinal a la hora de apoyarlos y colaborar con ellos.

Si sientes aprecio verdadero no te da fastidio ni molestia atenderlos. No los vas a engañar y te vas a esmerar más en proporcionarles atención.

Transmites aprecio verdadero:

Cuando le haces sentir que él es bienvenido a tu lugar de trabajo;

Cuando sales a su encuentro y no te quedas esperando que llegue hasta ti;

Cuando le preguntas en qué puedes ayudarlo y le transmites que te gusta el trabajo de atenderlo;

Cuando le das las gracias por su tiempo, por su visita, por su atención o por su compra.

Aprecio verdadero hacia los clientes es

1. Ser auténtico.

2. Ser honesto.

3. Ser sincero.

4. Inspirar confianza.

5. Ser atento.

6. Ser detallista.

7. Brindar posibilidades.

8. Ser íntegro.

9. Ser paciente.

10. Tener iniciativa.

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