La atención al cliente y tu imagen personal

Muchas son las veces que el concepto de imagen personal se asocia principalmente a la apariencia de la persona: su limpieza corporal, el estado y el estilo de su vestimenta y sus modales en el momento de trabajar.

Todos esos son aspectos muy importantes, pero solamente son una parte de la imagen personal. Les falta el factor «desempeño». Especialmente en los casos de teletrabajo o trabajos a distancia, donde la apariencia es más «virtual».

En el desarrollo de una carrera profesional existen otros componentes que tienen más impacto en tu imagen personal y están relacionados con tu desempeño personal:

1. El dominio profesional de la función que desempeñas, tanto en términos de calidad de conocimientos teóricos como prácticos;

2. La actitud que tienes hacia el mejoramiento y el aprendizaje continuo, como sinónimo de flexibilidad mental y capacidad para adaptarte al cambio constante; y

3. La visión que tienes sobre el lugar que ocupan las personas en tu trabajo. Lo que a su vez determina el verdadero interés por atenderlas y la calidad de atención que les brindas.

¿Dónde quedan los valores y la comunicación en el proceso de formación de la imagen de una persona? Pues intrínsecamente en estos tres componentes que acabo de mencionar.

En la práctica, el dominio de tus funciones laborales, la forma de trabajar y la calidad de tu atención al cliente son los aspectos que reflejan lo que tu verdaderamente valoras como persona.

La comunicación tiene que ver con la transmisión de esos valores, de manera explícita o implícita, verbal o no verbal.

Sin embargo, lo que realmente cuenta para tu imagen personal es la percepción de lo que comunicas, y no lo que crees que comunicas.

Me refiero a la percepción del mercado laboral. Es decir, de quienes deciden los empleos, y de los jefes que deciden los ascensos en las organizaciones.

Su percepción es lo que más define tu «imagen personal». Percepción sobre:

• La calidad y profundidad de tu conocimiento profesional;

• Tu actitud hacia el mejoramiento continuo; y

• Tu manera de atender y ayudar a la gente.

Estos son los aspectos que más influyen en el desarrollo de tu carrera profesional. Pero el último de los tres, el que se refiere a la atención al cliente, funciona como un catalizador de los otros dos.

En otras palabras, el compromiso con las personas es lo que determina tu actitud hacia el aprendizaje y el trabajo.

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